miércoles, 20 de octubre de 2010

Olmecas






Los Olmecas
La cultura Olmeca o cultura madre mesoamericana fue una civilización antigua pre colombiana que habitó en las tierras bajas del centro-sur de México, durante el periodo Preclásico Medio mesoamericano, aproximadamente en el estado mexicano de Veracruz y Tabasco en el istmo de Tehuantepec. La cultura Olmeca tuvo una muy amplia influencia ya que sus obras de arte también se encuentran en El Salvador. Los olmecas se desarrollaron entre los años 1200 a.C. hasta alrededor del año 400 a. C. Y por muchos historiadores es considerada la madre de las culturas o civilizaciones mesoamericanas     que más tarde surgirían.
Existen 3 centros ceremoniales importantes, la venta, san Lorenzo y 3 zapotes.
La Venta es el centro ceremonial más grande y más importante de la cultura olmeca, localizado en el actual municipio de Huimanguillo, en el estado de Tabasco, se ubica en un islote rodeado por ríos y zonas pantanosas, y está trazado sobre un eje Norte-Sur. En La Venta se han encontrado un gran número de tumbas con ajuares muy ricos, con cerámica y figurillas de piedra. También se han encontrado cabezas colosales y tronos. Se cree que pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes. Sufrió una gran decadencia y fue abandonado y destruido, aunque se desconocen los motivos.
El mito olmeca conocido, es aquel en el que fundamentaban su creación, ellos pensaban ser descendientes de una mezcla entre jaguar, gran depredador de la selva y una mujer humana que dio nacimiento a una descendencia de "hombres-jaguar", representados como niños jóvenes y adultos masculinos. Es por eso que el principal rasgo de sus esculturas Olmecas de tipo ritual, es la llamada "boca jaguarina" con las comisuras de los labios hacia abajo.
Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.                                 El centro de su religión es el culto al jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca Olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos supra ciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma manera.
Sus dioses estaban representados por figuras de monstruos poderosos (serpientes, aves, tiburones, cocodrilos y hasta insectos) donde combinaban animales, que consideraban eran los ancestros de sus gobernantes que les habían otorgados sus poderes. Eran identificados con elementos de la naturaleza, como el dios del Sol, del fuego, del agua, del maíz, de los volcanes, o de la fertilidad. Su Dios del fuego se llamó Huehuetéotl.
Entre sus dioses se destacaron el Dragón, la Serpiente Emplumada, a la que los mayas llamaron Kukulkán, y los Totelcas como Quetzalcóatl. Pero el más importante de sus dioses fue el Jaguar, dios de la lluvia y señor de la selva, que simbolizaba la fuerza de vivir en ese medio hostil, También adoraban al hombre cosecha, que sería un joven, más que Dios un Héroe, que ofrendó su vida para que no falte alimento a su pueblo, y representaría la fertilidad.
Los Olmecas consideraban inclusive a todo lo que los rodeaba cómo seres vivos desde cuevas, barrancas, manantiales, árboles y montañas, estas estaban llenas de espíritus demasiado importantes para los olmecas. Las montañas para los Olmecas son el vínculo entre el cielo con la tierra y el inframundo y también eran el lugar donde están los ancestros y los espíritus de la tierra, la lluvia y el inframundo.
Como en todas las culturas primitivas, el mago, brujo o chaman tenían un importantísimo papel en la sociedad olmeca. Ataviados lujosamente, con pelucas, máscaras, camisas de piel, fajas y cinturones, entre sus ritos más crueles destaca el sacrificio de niños, a los que eran amputados las manos o brazos, o sencillamente decapitados, para enterrar esos miembros mutilados junto con algún hombre importante a quien los brujos quisiesen favorecer en sus viajes al más allá…
A los Olmecas se les atribuye y acredita la invención de muchas creaciones y tradiciones, incluyendo el juego de pelota mesoamericana (juego de bola con fines religiosos), sacrificios humanos, escritura y epigrafía, y la invención del cero y del calendario mesoamericano. Su organización política estuvo basada en reinos de ciudades-estado fuertemente jerarquizadas, que se fue imitando por prácticamente todas las civilizaciones mexicanas y centroamericanas que le siguieron.
El aspecto más largamente reconocido de la civilización Olmeca son las enormes cabezas colosales (obras de arte lítica de los Olmecas), cubiertas con lo que parecen cascos. Estas obras monumentales han sido objeto de muchas especulaciones en cuanto a su creación y función, antes se consideraba que eran representaciones de los jugadores del juego de pelota, pero actualmente se cree que son retratos de los gobernantes Olmecas. Hasta el día de Hoy se han desenterrado 17 Cabezas Colosales olmecas. Fueron famosos por su trabajo en jade y en turquesa
Las representaciones más frecuentes en el arte olmeca son, en efecto, los diversos atributos del jaguar: cejas, encías, garras, manchas, etc., solos o en combinación con elementos humanos.